Recuerdo aquel evento reciente, cuando escribí algunas cuestiones referentes al sionismo, la representatividad –puesta en duda por mí-, tanto de la AMIA como de la DAIA, respecto a la comunidad argentina judía; y también tengo presente la amenaza telefónica que recibí al respecto:
“No te metas con los judíos”.
Si algo nos enseña la Historia, es que aquel que se meta con los judíos, va para abajo, y si no me creen, pueden preguntarle a varios personajes, desde el Faraón hasta Hitler.
Tanto la Iglesia, al rociar a sus enemigos -a lo largo de la historia-, de agua bendita en sus respectivos funerales, y los judíos; están, si se me permite la expresión: “Protegidos”.
Ambos, exceden el campo de la historia, psicología, filosofía, sociología, puesto que no se entiende el objeto de estudio desde esos ámbitos, … será que solo se puede acceder a ellos desde la Teología.
¿A que viene este exordio?
La amenaza debería haber distinguido la cuestión de que yo me refería en mis escritos a los sionistas, no a los judíos, puesto que hay judíos que no son sionistas, y a la vez, sionistas que no son judíos, los ejemplos de personajes públicos sionistas, a mi pesar, sobran, además, “…la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad”. (Jn. 4, 22-23)
La salvación viene de los judíos, no de los fariseos, y ciertamente, no de los sionistas que se arrogan la representación del pueblo religioso judío, a través de una secularización ideológica de raíz (entre otras) spinoziana.
Debo elegir tema para mi próxima Tesis de Maestría en Historia, sin dudas, próxima maravilla del pensamiento Occidental, es que… entre nos, siento que debo darle algo a la comunidad, siento que debo darme. Siento que debo contribuir a erradicar al sionismo de la Argentina, a pesar del próximo movimiento reptante terrorífico del Mossad o de su jefe de inteligencia, el Maligno, en mi perjuicio.
Ante la pregunta celeste: “Chester: ¿Tu te has dado?”, quizás esta tesis me ahorre algunos siglos en el purgatorio.
He dejado atrás mis tiempos narcisistas, el reconocimiento intelectual, la pleitesía y reverencias que merezco en el ámbito estético, …no, esto es algo más elevado, purificador, sagrado, esto es una misión divina.
G. K.
Nota: Se agradecen sugerencias, ánimos, recomendaciones bibliográficas, bellas ideas y buenas intenciones.
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